domingo, 23 de agosto de 2015

Sombras perdidas

 ¿Has experimentado alguna vez tanta confusión, que no logras distinguir la realidad pura de la pretensiosa ficción? ¿Lo verídico de la fantasía? Es prácticamente difícil llegar tan lejos. Y es que yo estoy tan cansada de estar así que necesitaba escribirlo.
Todo partió con una película de terror, que unos amigos querían ver. ¿Cómo podríamos adivinar lo que estaba a punto de suceder? Y lo peor; hasta el día de hoy no sé exactamente qué pasó. Mi caprichosa imaginación me impide saber qué es verdad.
“El Aro”. La típica escena del pozo y el fantasma emergiendo. ¿Era un pozo? Ya no lo recuerdo. Lo único que me acuerdo es mi atención constante a la cara del espíritu, para lograr verle los ojos. A menos que esté recordando mal, pude verle las negras pupilas. A menos que el efecto del vodka haya distorsionado mi memoria. Mi mejor amiga, Catalina, quien se había sentado al lado mío, movía angustiadamente su pierna.
Ahora, el fantasma sale de la pantalla para atrapar a cualquier víctima que se encuentre a su paso. El protagonista de la historia palidece. Entonces me quedé dormida.
Al despertar, lo primero que vi fue a Catalina y su expresión aterrorizada. Pero su figura se desvaneció, como una neblina compactada. Mis amigos ya no se hallaban alrededor mío. Yo ya no me encontraba en un departamento. Estaba en un bosque, al lado de un pozo. Y no totalmente consciente.
Sentí una mano rozando mi pierna.
-¡Cata! No me asustes, imbécil- dije, exaltada.
La miré a los ojos. Si alguna vez aquella criatura tuvo el rostro de mi compañera, ya no lo tenía. Catalina no tenía la piel blanca como papel, ni el pelo negro colgándole en la cara.
Pude sentir cómo mi corazón daba un fuerte golpe, como una pesada roca, para no volver a latir.
El alma desdichada agarró mi tobillo derecho. Me tiró al suelo violentamente, y empezó a arrastrarme por el piso. Me llevaba hacia el pozo. En ese momento de desconcierto, lo único que se me ocurrió hacer por mi vida fue luchar. Pataleaba gritando, sin fuerzas para mayor resistencia.
Pero ese espíritu tenía fuerza suficiente para detener mi pataleo. ¡Qué tonta! No importaba cuánto gritara, nadie me oiría.
Pero, en realidad no gritaba para que me rescataran. Lo hacía sencillamente porque tenía miedo. No sólo gastaba la voz gritando, además iba dejando un camino de lágrimas por donde me arrastraban.
Aunque pudo haber sido una simple pesadilla, algo me decía que iba a terminar mal.
Así fue que terminé aquí. La caída fue dura. Grandes moretones me dejó el golpe, y mis dedos se rasparon cuando intenté aferrarme desesperadamente de la orilla. Desde aquél día vivo, día tras día, en una oscuridad tan escalofriantemente infinita.
¿Hasta cuándo estaré aquí? Hasta la eternidad, hasta que muera, o hasta que alguien me despierte. Lo que pase primero. Y lo que realmente vaya a pasar.
Pd: como no sé qué va a suceder en el futuro, hay algunas cosas que quisiera aclarar por si alguna vez alguien encuentre este mensaje.
Uno, sé lo que te estás preguntando. Y sí, este mensaje fue escrito con mi sangre.
Dos, lo escribí con mi sangre porque no tenía nada más con que escribir
Tres, si encuentran mi cuerpo sin vida, díganle a mi familia que lo siento. Que lo siento mucho.      

miércoles, 29 de julio de 2015

Nueva reja anti-comunistas

¿Sabía que cada mes entran quinientos mil comunistas a Chile? Ingresan de modo ilegal, con cédulas de identificación falsas, traficando drogas, alcohol, y otros productos dañinos. Se roban nuestros trabajos y nuestras mujeres. Se raptan a los niños para violarlos, y luego los obligan a formar parte de su perversa corporación, incluyéndolos a su maligno plan de dominar el mundo. Nadie está a salvo.

Pero no se angustie; tenemos para usted la más alta tecnología en prevención contra comunistas. Se trata de la nueva Ultimate Comunism Safety Fince, una nueva reja que protege su casa ante cualquier amenaza marxista.

La nueva reja le lleva cruces de plata, agua bendita, ajo y sal purificada, además de un moderno sistema de reconocimiento facial que usted podrá controlar desde la cocina. Además, en el remoto caso de que el operador falle, un muñeco con el cuerpo de Pablo Zalaquett sirve como cebo para una trampa de refuerzo.

Algunos dicen que es demasiado. Nosotros decimos, cuando se trata de familia, ¿Cuánto es demasiado?

¡Espere! Aún hay más. Si lo lleva ahora, se le añadirá también, por un módico precio, una nueva alarma anti-anarquistas, con un sistema de navegación web que se activa cuando detecta algún estado en contra del sistema en el Facebook de las personas identificadas.

¡Ya no más comunistas indeseables! Ahora no será objetivo de ataques izquierdistas. Porque sabemos que los quiere, defienda a su familia y seres queridos con la nueva Ultimate Comunism Safety Fince. Viva tranquilo, viva feliz.

Advertencia: la Ultimate Comunism Safety Fince no lo protege de la paranoia.

sábado, 18 de julio de 2015

El segundo de la vida

Esa sutileza que como viene se va
Nos hace creer que puede durar para siempre
Engañando y encarando a la realidad
No es más que una eternidad
Hecha y por descubrir

Sólo se compone de volantines
Que por soñadores vuelan alto
Con un cable a tierra
Recordándoles siempre quienes son
Dónde parten
Dónde pretenden ir
Y cómo planean llegar

Este mundo no está hecho sólo de bondades
Nuestro fin es quererlo tal cuál es
Porque así es la vida
Bella como el sol
Que te quema los ojos por la mañana
Desgraciada como la flor favorita que adorna tu patio
Bastante parecido a sus creadores
Con dones y defectos

Esa risa a la que uno se aferra
Sin querer dejarla ir
¿Por qué?
Tal vez por miedo
A que el día de mañana reine bajo el mando desconocido
A que un inerte pedazo de madera tome tus decisiones

O a que unos descerebrados dedos se hundan en tus yagas 

viernes, 10 de julio de 2015

La princesa del pueblo

¡Oh, Rapunzel! Mi prima, Rapunzel. Primero me enteré de tu emotivo regreso, tras tantos años desaparecida. Ahora, te vas a casar. Todavía recuerdo tus enormes ojos verdes y tus cabellos rubios. Tu facilidad para encantar a las personas. Estoy ansiosa por ver a la mujer en la que te has convertido. Te imagino radiante, con el más hermoso vestido de novia. Mi marido, Adgar, está emocionado también. Ha dejado sus labores de rey para asistir al matrimonio de tan célebre princesa. Ambos nos preguntamos cómo será tu futuro esposo.

-Ya llegamos

La voz de un sirviente me despertó. Mientras tomaban nuestros bolsos, nos bajamos lentamente de la carroza.

-Mira, cariño, qué linda es la catedral- le comenté a Adgar. Era la primera vez que salíamos de nuestro reino, y todo me parecía una gran sorpresa. Una muchedumbre se paraba en las puertas de la iglesia, esperando ver pasar a la novia. Entramos con urgencia al recinto. ¡La boda ya empezaría, qué nervios! Finalmente, podré ver cuánto has crecido, prima mía.

Nos sentamos disimuladamente en el penúltimo banco para no romper el ambiente de expectación. Observé detalladamente a los invitados. Había algo extraño en ellos, aunque no lograba determinar qué era. No eran el tipo de personas que asisten al casamiento de una noble. ¡Ya lo comprendo! Los invitados no eran de la realeza. Todos eran personas provenientes del pueblo. A excepción de los reyes, mis tíos. Los demás, seguramente nunca habían ni pisado un castillo o algo que se le pareciera. ¿Qué hacían en el matrimonio? Qué absurdo. Y, ¿Un caballo? ¡Había un caballo! ¡Y un camaleón sobre él! Ante el altar, el novio aguardaba a Rapunzel, vestido de traje blanco.

-¿Alguien sabe algo sobre Eugene Fitzherbert?- le pregunté a la pareja que se ubicaba al frente –no lo conozco del todo

-Nosotros tampoco. Pero escuchamos que era un ladrón- susurró la mujer.

-¿Qué? ¿Un ladrón? No te creo

-Sí, sí. Dicen que se conocieron porque intentó robarle la corona a la novia

Ay, prima. Te merecías más que eso. Debiste haber elegido un mejor hombre. La música me sacó de mí misma. ¡Rapunzel había entrado! La vi, emocionada. Qué belleza, la de los brillantes ojos verdes. Aunque, su pelo, corto y café. ¿Y su cabello rubio? Bueno, supongo que se le oscureció con el tiempo. Transmitía alegría con su sonrisa. Sí, definitivamente era ella.

La misa fue emotiva. Se leyó la Biblia, ella dijo “sí”, él dijo “sí”. Después del beso, los novios salieron de la catedral, seguido de los invitados. Los seguimos, esperando llegar al lugar donde se celebraría la recepción. Al salir, nos topamos con una sorpresa. No se iban a ningún lugar. Se quedaron en las calles, bailando junto a los recién casados, en la plaza.

-¿La cena será al aire libre?- le pregunté a Adgar, quien tampoco entendía mucho.

-Supongo yo. Vamos, bailemos

-No, no. Siento jaqueca, ya sabes. Me voy a sentar   
    
 -Iré contigo

-Gracias- le dije, justo en el momento en que la novia pasó al frente mío bailando con un anciano borracho. –Ay, no entiendo cómo no actúa como una princesa normal

-No actúa como princesa, porque no creció como una- nos interrumpió un hombre delgado, botado en el suelo. ¡Qué maleducado es escuchar las conversaciones ajenas!

-¿A qué te refieres? ¿Dónde creció?

-No lo sé. Pero cuando llegó por primera vez al pueblo, me acuerdo de que estaba asustada. Aunque con el paso de los días se le pasó el miedo. Bailaba junto a nosotros, se reía. No era como una princesa

-Oh. Bueno, voy a saludar a Rapunzel- avisé, como pretexto para alejarme del desagradable vagabundo.

Ella, para variar, se hallaba saltando como bruta, con su vestido blanco manchado. Tal vez con cerveza. ¿Sabría cómo comportarse esa mujer?

-¡Rapunzel!- saludé, utilizando mi mejor cara. Me respondió con su contagiosa sonrisa.

-¡Idun! ¡Me alegra verte!

-A mí igual, tantos años. Me acuerdo de cuando eras una guagua

-¡Sí! ¿Cómo va todo?

-Bien, bien. No sé si sabes, que estoy embarazada

-¿En serio? ¡Qué felicidad! ¿Qué nombre le vas a poner?

-Estaba pensando, Harry si es niño. Y si es niña, bueno, me gusta el nombre Elsa

-Es muy lindo. Espero que se nazca bien

-Gracias. Que sean felices también ustedes

Se rió, y luego siguió bailando, girando como un trompo. Ya, ni que la música fuera tan pegajosa. Cuando la veía, se me venían a la mente las palabras del  vago. Ella no había crecido como princesa. De ninguna manera la educaron como una.      

miércoles, 24 de junio de 2015

De un alma quebrada

Un silencio nunca silenciado
Ya que nadie lo ha escuchado
Pide que le den un timbre

El frío necesita quien lo acobije
Pero nadie se sabe a cargo
No hay tiempo
No hay espacio
No hay razón que valga

El invisible se tiñe de negro
Sin esperar a que lo castiguen por demencia
Por ser negra la soledad
Sólo dejó salir su interior

Una petición que te llega
La tormentosa noche de verano
Quiere que mires al mundo y digas
Prédica de amor y reparación

Gotas que caen
Gotas olvidadas
Que se funden con los ojos
Para formar un sabor tan salado
Que endulza lo que no debe

La apariencia que es la desconfianza
Tanto se quiere romper, pero no logro llegar
Y te quedas ahí como si nada
Como si no tuvieras trabajo por hacer

Mentiras que rompen el hierro
Un impulso puede hacer cerrar el puño
Pero uno no gira con el mundo
Sino estético en el centro

Cartas de piel que llegan
Avisan roturas
Piden auxilio
Anuncian y denuncian
Las yagas provocadas por la sociedad

jueves, 18 de junio de 2015

El Soldado de las Montañas

El gran Soldado de las Montañas era temido por los enemigos del Imperio Chino. Todos lo conocían, pero siempre ocultaba sus ojos y su frente con su casco, por lo que nunca lograban ver detalladamente su cara. Algunos decían que su pelo brillaba con el sol. Otros, que sus ojos eran comparables con el sagrado jade.
Era indomable en las batallas, se conectaba con su espada como si fuera una extensión de su brazo. Dejó atrás la torpeza y la duda para convertirse en el orgullo del capitán Shang. Decían que era igual a su padre. Éste, aunque cojo, tenía un espíritu de valor que no dejaba entrever debilidad en ningún punto.
Todo iba bien hasta que asumió como Emperador el ambicioso nieto del antiguo gobernante, que devoraba todo bien que estaba a su paso. Decidió que su imperio no era lo suficientemente grande para su poder, y mandó al ejército para expandir su territorio, reorganizándolo para mejorar su estrategia.
Temiendo que la expansión china pudiera terminar en desastre, el Soldado de las Montañas y el capitán Shang intervinieron para pedir que detuviera esta insana locura. El novato Emperador hizo caso omiso de sus súplicas, y ordenó a los guardias que los echara del palacio.
En un asunto totalmente independiente al anterior, unas semanas más tarde se anunció el matrimonio del famoso Soldado. La ciudad lo celebró, felicitando al afortunado. Aunque la alegría no duró más allá de un par de días, ya que debía ir al campo de batalla a cumplir las órdenes del monarca.
En el crudo invierno, en un atardecer digno de admirar, se realizaba una pelea contra un pueblo vietnamita. Un soldado enemigo, ágilmente alzó la espada y se colocó a la espalda del capitán. El Soldado de las Montañas, a quién el pánico le había anulado la conciencia, se interpuso entre ambos, y recibió la cuchillada en el pecho.
Shang, al notarlo, tomó el cuerpo del caído, y apoyó su oreja en él. Su corazón latía muy rápidamente, hasta que no escuchó más su retumbar.
Gritando, ordenó la retirada de la tropa, y se escondió detrás de una roca junto al cadáver. Sacó de su bolsillo un par de anillos, y le puso uno al cuerpo sin vida, con delicadeza y amor. El Soldado de las Montañas nunca supo que era una mujer felizmente casada.
Hola, lectores. Este es el primer fanfict que publico en esta página. Por si no lo han adivinado, esta es una referencia la película infantil Mulán, en la cual, por si no saben (o no se acuerdan) en diversas escenas llaman a la protagonista "El soldado de las montañas", sobrenombre que, en lo personal, me encanta.