jueves, 18 de junio de 2015

El Soldado de las Montañas

El gran Soldado de las Montañas era temido por los enemigos del Imperio Chino. Todos lo conocían, pero siempre ocultaba sus ojos y su frente con su casco, por lo que nunca lograban ver detalladamente su cara. Algunos decían que su pelo brillaba con el sol. Otros, que sus ojos eran comparables con el sagrado jade.
Era indomable en las batallas, se conectaba con su espada como si fuera una extensión de su brazo. Dejó atrás la torpeza y la duda para convertirse en el orgullo del capitán Shang. Decían que era igual a su padre. Éste, aunque cojo, tenía un espíritu de valor que no dejaba entrever debilidad en ningún punto.
Todo iba bien hasta que asumió como Emperador el ambicioso nieto del antiguo gobernante, que devoraba todo bien que estaba a su paso. Decidió que su imperio no era lo suficientemente grande para su poder, y mandó al ejército para expandir su territorio, reorganizándolo para mejorar su estrategia.
Temiendo que la expansión china pudiera terminar en desastre, el Soldado de las Montañas y el capitán Shang intervinieron para pedir que detuviera esta insana locura. El novato Emperador hizo caso omiso de sus súplicas, y ordenó a los guardias que los echara del palacio.
En un asunto totalmente independiente al anterior, unas semanas más tarde se anunció el matrimonio del famoso Soldado. La ciudad lo celebró, felicitando al afortunado. Aunque la alegría no duró más allá de un par de días, ya que debía ir al campo de batalla a cumplir las órdenes del monarca.
En el crudo invierno, en un atardecer digno de admirar, se realizaba una pelea contra un pueblo vietnamita. Un soldado enemigo, ágilmente alzó la espada y se colocó a la espalda del capitán. El Soldado de las Montañas, a quién el pánico le había anulado la conciencia, se interpuso entre ambos, y recibió la cuchillada en el pecho.
Shang, al notarlo, tomó el cuerpo del caído, y apoyó su oreja en él. Su corazón latía muy rápidamente, hasta que no escuchó más su retumbar.
Gritando, ordenó la retirada de la tropa, y se escondió detrás de una roca junto al cadáver. Sacó de su bolsillo un par de anillos, y le puso uno al cuerpo sin vida, con delicadeza y amor. El Soldado de las Montañas nunca supo que era una mujer felizmente casada.
Hola, lectores. Este es el primer fanfict que publico en esta página. Por si no lo han adivinado, esta es una referencia la película infantil Mulán, en la cual, por si no saben (o no se acuerdan) en diversas escenas llaman a la protagonista "El soldado de las montañas", sobrenombre que, en lo personal, me encanta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario